Considero que un profesor ideal debe
ser aquél que logre que sus alumnos tengan gusto por aprender. Para ello es
necesario que se les motive, conseguir que descubran el gusto por querer saber
más y que disfruten con ello.
Un profesor ideal, no piensa que sea
necesario llenar a sus alumnos de deberes para después de las clases, si no que
el aprendizaje se hace en el aula y la práctica con ejemplos de la vida real.
Los libros de texto no son un material
obligatorio para él; si no un complemento. Y el trabajo en equipo, junto con
los debates es para él un modo perfecto de lograr que los estudiantes aprendan
por medio de la deducción y ligando conocimientos e ideas junto con sus
compañeros.
Un profesor excelente, en mi opinión, tiene
en cuenta a cada alumno sin ponerles etiquetas y tratándoles a todos por igual
(igual de bien), creando en el aula un ambiente de aprendizaje ameno y
confortable.
Y por su puesto, lo más importante, un
profesor ideal debe de ser una persona que le guste su trabajo, el trato con
sus alumnos. Que esté motivado para enseñar y, a la vez, aprender de sus
alumnos.
¡Helen!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu entrada. Estoy de acuerdo con todo lo que expones.
Es importante el tema de la motivación, considero que es uno de los problemas principales en nuestra educación hoy en día.
Me dí cuenta sobre todo, estando de Erasmus en Inglaterra, es increíble cómo mantienen motivados a los niños allí, durante toda la jornada escolar, y cómo puede influir eso en la educación. Todo profesor debería conseguir mantener a los niños motivados, ya que influye de forma muy positiva.
Por supuesto, es de vital importancia que al profesor le apasione su trabajo, afortunadamente creo que este aspecto está mejorando poco a poco y cada vez hay profesores más motivados.
Ojala todos los profesores fueran como el que describes.
¡Muy buena descripción Elena!
¡Helen!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la entrada. Estoy de acuerdo con todo lo que expones.
Me parece fundamental el aspecto de la motivación, y considero que es uno de los problemas principales en nuestra educación. Me dí cuenta de esto, sobre todo, estando de Erasmus en Inglaterra. Es increíble como mantienen motivados a los niños allí, durante toda la jornada escolar, y cómo puede influir eso en la educación.
Todo profesor debería conseguir mantener motivados a los niños, ya que influye de forma muy positiva en el aula y creo que obtendríamos mejores resultados.
Por supuesto, considero de vital importancia que al profesor le entusiasme su trabajo, creo que es otra de las claves. Afortunadamente, este aspecto va cambiando poco a poco y cada vez encontramos profesores más motivados.
Ojala todos los profesores fueran como el que describes en tu historia.
¡Muy buena descripción Elena!